[Este artículo puede escucharse en formato
podcast]
Hoy me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones
sobre el impacto que pueden tener blockchain y las criptomonedas en la práctica
profesional de contadoras y contadores públicos.
En primer lugar, hay un efecto inmediato que puede estar
asociado a las criptomonedas: ¿Cómo valuarlas? ¿Cómo reconocer sus variaciones
en valor? Si cumplen o no con la definición de activo del marco conceptual o el
impacto tributario de su mantenimiento.
Por otro lado, tenemos también el impacto en la blockchain
desde el punto de vista de la gestión: ¿Cómo se transforman los procesos
empresariales? ¿Cómo se modifica la estructura de la organización, cuando
estamos frente a sistemas de información distribuidos? ¿Cómo son los nuevos procesos
que se apoyan en cadenas de bloques para registrar transacciones, hacer
validaciones o ejecutar obligaciones a través de Smart Contracts?
Desde esta última perspectiva, también hay que reconocer un
fuerte impacto en la auditoría y el control interno, ya que vamos a tener
procesos diferentes de revisión, de validación, de auditoría y de trazabilidad
de las operaciones.
Por ejemplo, el concepto de no repudio de una operación, es
decir, tener la certeza de que quien hace o participa de una transacción no va
a negar su existencia, tiene que ver con la esencia misma de una blockchain.
Pero además, podemos ir un poco más allá de Blockchain en sí
misma y sus impactos directos, como decía, en el ejercicio profesional.
Podemos pensar en el impacto que tienen los sistemas descenetralizados como parte
del proceso de transformación digital de las organizaciones.
Blockchain facilita muchos de los procesos y también nos
permite documentar o registrar la propiedad de activos intangibles.
Blockchain es un sistema distribuido y eso cambia la esencia
de los sistemas de información tradicionales, que están basados en centralizar
la información en un único punto y controlar el acceso a esos contenidos por
parte de quienes son terceros interesados (stakeholders).
Pero trabajar en un sistema descentralizado es bien
diferente a trabajar en un sistema tradicional. Por ejemplo, parte del ejercicio
profesional de contadoras y contadores públicos tiene que ver con agregar
confianza sobre la información que se brinda a partir de datos obtenidos en sistemas
centralizados.
Hacemos procedimientos que aseguren la integridad de la
información. Tenemos un modelo contable para dar certezas a los lectores de esa
información, acerca de cómo fue el registro, el control y la generación de esos
informes.
En un sistema descentralizado, la confianza está basada en
que las partes tienen acceso directo a la información allí contenida. El esquema
de réplicas distribuidas, y algoritmos que aseguran la integridad de la
información, cambia sustancialmente la participación que va a tener los
profesionales de la contabilidad, en este tipo de sistemas.
En un futuro podríamos pensar en un sistema contable
completamente distribuido donde un conjunto, por ejemplo, de empresas de un
mismo sector de la economía, comparten sus registros contables de manera de dar
seguridad a toda la red participante respecto a que los registros allí
contenidos no van a ser adulterados.
En nuevos modelos de negocios, caracterizados por el mayor
vínculo entre socios de negocios, proveedores, cadenas de suministro y clientes,
el compartir información pasa a ser un valor en sí mismo. Las redes blockchain
pueden ayudar a transformar la gestión de las organizaciones.
Estos cambios necesariamente van a transformar el rol de la
contabilidad y el ejercicio profesional de las contadoras y contadores en
relación a la administración de la información.
Desde esta perspectiva deberíamos repensar nuestra
participación y dónde ponemos el foco. Seguramente con los primeros sistemas
integrados de gestión, la contabilidad dejó de tener su prioridad en el
registro y se centró en aspectos más vinculados al control.
Resueltos los problemas de control a través de este tipo de sistemas
descentralizados y con la adopción generalizada
de la automatización de procesos, vamos a tener que darle más importancia al
diseño de sistemas de información y a los aspectos analíticos, que al
procesamiento y el control que se habrán simplificado notoriamente.
Si bien no es algo nuevo, pues las y los profesionales en contabilidad
siempre tuvimos un especial interés por ayudar a los lectores de la información
contable a interpretarla, hoy los desafíos se han incrementado.
Definir cómo interpretar el conjunto de datos que tenemos a
nuestra disposición para ayudar a los usuarios a tomar decisiones, actualmente
requiere competencias adicionales y una mayor capacidad para manejar información
financiera y no financiera.
La inteligencia artificial, las blockchains, la ciber seguridad
y la gestión de datos en variedad y volúmenes inmanejables por un humano (en lo
que se ha conocido como Big Data), es en este momento el ABCD del futuro de la
profesión contable, como señalaba un informe de los colegas del Instituto
de Contadores Públicos de Inglaterra y Gales
En consecuencia tenemos que ir un poco más allá de la mera
comprensión de la tecnología blockchain. Es necesario abordarlo desde una
perspectiva de mediano y largo plazo acerca del rol de la profesión.
[En esto estamos en el curso Blockchain y Contabilidad de la FCEA, UdelaR]
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