Como me apasiona la música, cada vez que viajo o recibo visitantes del exterior en Uruguay, me gusta compartir con ellos los sonidos más característicos de nuestro país. No es tarea sencilla: la riqueza de nuestra música reside precisamente en su diversidad y en una mezcla de influencias que, fuera de nuestras fronteras, suelen ser poco conocidas.
La música uruguaya tiene una identidad propia, pero al mismo tiempo híbrida. Por eso, para comprenderla en profundidad, es necesario primero presentar sus raíces: los estilos originarios que moldearon su personalidad sonora, y que luego dieron lugar a fusiones, transformaciones y nuevas expresiones a lo largo del tiempo.
Podríamos decir que hay cuatro pilares fundamentales que explican el sonido de la música uruguaya: el candombe, la milonga, la murga y el tango. Cada uno de ellos tiene un origen singular y una impronta cultural propia, pero todos han dialogado con otros géneros —como el jazz, el blues, el rock o la música latinoamericana— dando lugar a un paisaje sonoro complejo y en permanente evolución.
Pero los principios tienen su peso: la música uruguaya nace del entrecruce de la herencia africana —traída por los esclavizados durante los siglos XVIII y XIX— con las influencias europeas, principalmente de inmigrantes españoles e italianos. Esta combinación se manifiesta tanto en los sonidos urbanos como en las expresiones musicales rurales, conformando una identidad sonora única en la región.
1. Candombe: Reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el candombe tiene raíces afrodescendientes y nace de la fusión de ritmos de distintas etnias africanas esclavizadas durante la época colonial. Hoy se interpreta con tres tipos de tambores que conforman una cuerda: el chico (marca el pulso), el piano (lleva la base) y el repique (improvisa libremente). Es un ritmo montevideano por excelencia, nacido en la calle y para la calle, profundamente ligado al barrio, la danza y la comunidad. Aunque se ha convertido en un espectáculo en Carnaval, su esencia sigue viva en las llamadas barriales que recorren la ciudad al ritmo de los tambores.2. Milonga: Surge del cruce entre el canto gauchesco, la guitarra española y ritmos de raíz africana. Se caracteriza por letras de tono poético o narrativo, acompañadas por un ritmo marcado en la guitarra criolla. Es la base de buena parte del folclore nacional y del canto popular uruguayo, y ha sido la plataforma desde la cual se han expresado trovadores y cantautores a lo largo del siglo XX, desde Alfredo Zitarrosa hasta Fernando Cabrera.
3. Murga uruguaya: Una adaptación del carnaval gaditano, transformada y apropiada en Uruguay como una expresión colectiva de crítica social, humor y poesía urbana. Se interpreta con un coro polifónico acompañado por una percusión particular: bombo, redoblante y platillos. Es una forma de crónica cantada que aborda tanto temas de actualidad como aspectos esenciales de la vida cotidiana: el barrio, la amistad, el bar, la memoria colectiva. Aunque nació ligada al Carnaval, la murga trasciende la fiesta y ha influido en músicos de todos los géneros.
4. Tango: Nacido en los arrabales portuarios de Montevideo y Buenos Aires como una mezcla cultural entre criollos, inmigrantes europeos y afrodescendientes. El bandoneón, junto a las guitarras y violines, define su sonoridad melancólica y profundamente expresiva. Aunque durante décadas fue más asociado a Argentina, Uruguay tuvo un rol protagónico en su gestación, y sigue siendo una parte vital de nuestra identidad musical.
A partir de estos pilares, la música uruguaya ha generado múltiples fusiones, en las que dialogan el candombe, la murga, la milonga y el tango con géneros globales como el rock, el pop, el jazz, el reggae o la música latina. Este proceso, que se intensificó a partir de los años setenta, dando lugar a estilos únicos como el candombe beat (Eduardo Mateo, Rubén Rada, El Kinto) o la murga canción (Jaime Roos) donde conviven sonidos del barrio con armonías del pop y el espíritu del carnaval.
Estas mezclas no solo aportaron innovación, sino también una nueva forma de entender la identidad: no como algo fijo, sino como una conversación permanente entre lo propio y lo ajeno, entre el pasado y el presente. La música uruguaya se reinventa constantemente sin perder de vista sus raíces.
En la actualidad, Uruguay sigue siendo un semillero de propuestas musicales originales. Desde la canción de autor hasta las nuevas formas del trap, el rap o la música electrónica, muchos artistas mantienen vivo el diálogo con los estilos tradicionales, ya sea de forma explícita o sutil. Jorge Drexler o Fernando Cabrera, por ejemplo, ha llevado elementos de la milonga y la murga a escenarios globales. Bandas como Cuarteto de Nos, No te va gustar o La vela puerca, que han incorporado influencias rioplatenses en el rock, mientras que proyectos más recientes exploran nuevas formas de expresión urbana con guiños a lo ancestral.
Dentro de los géneros bailables más populares, Uruguay desarrolló una escena propia conocida como música tropical uruguaya, que incluye versiones locales de cumbia, merengue y salsa, pero con un sello distintivo. Un subgénero especialmente representativo es la llamada plena uruguaya, caracterizada por ritmos contagiosos, uso prominente de teclados, percusión y letras simples o festivas. Grupos como Los Fatales, Karibe con K o Chocolate marcaron generaciones con esta música pensada para bailar, donde el acento rioplatense, los guiños al candombe y el espíritu popular definen una identidad sonora única en el mapa latinoamericano.
También vale la pena destacar dos formas expresivas que, aunque muy distintas entre sí, comparten el arte de la improvisación y la palabra como herramienta principal: los payadores (Julio Gallego, Carlos Molina, Abel Soria) que han mantenido viva la tradición oral de décimas que cuentan historias del ámbito rural, y los raperos (La Teja Pride, Peke 77, Clipper) que desde las calles urbanas canalizan inquietudes sociales y vivencias personales a través de sus beats.
Playlists:
Candombe: Desde el candombe puro de tambores (Cuareim 1080, Morenada, Yambo Kenia) hasta las primeras canciones que suman instrumentos de viento (Pedro Ferreira) o las versiones mas recientes (Valores de Ancina, Eduardo da Luz). Pero también en la fusión con el sonido beat y los instrumentos eléctricos (Ruben Rada, El Kinto, Hugo Fattoruso), con la milonga (Jorge Do Prado) y las versiones que suman sonidos de la música urbana y tropial (Bola 8), el candombe es una base fundamental de la música uruguaya.
Milonga: Guitarras acústicas tradicionales (Zitarrosa, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Larbanois & Carrero, Numa Moraes, El Sabalero) o combinadas con otros sonidos (Dino, La banda de la luna azul, Montevideo Blues, Fernando Cabrera, Jorge Nasser, Jorge Drexler).
Murga: El sonido tradicional del coro de murga (Patos Cabreros, Araca la Cana, Falta y Resto, Curtidores de Hongos), se ha vuelto canción (Edu Lombardo, Tabaré Cardozo, Canario Luna, Jaime Ross, Los mareados, Mauricio Ubal) fusionada con el rock, el candombe, la milonga y el tango.
Tango: Desde los cantores mas tradicionales (Carlos Gardel, Julio Sosa, Francisco Canaro) a los mas cercanos en el tiempo (Gustavo Nocetti, Francis Andreu) el tango sigue vivo, busca sus raíces comunes con el candombe (Lágrima Ríos, Malena Muyala), la murga (Los Mareados), el rock (Maia Castro) o la electrónica (Bajo Fondo).
[Una recomendación adicional: Montevideo Sonoro]
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