En la
columna de economía digital de hoy en la 1410 AM nos preguntamos si desde el punto de vista de la innovación, Juan Sartori es o no disruptivo.
Sartori en noviembre de 2018 anunció su precandidatura a la presidencia de la república, tras afiliarse al Partido Nacional en setiembre de ese mismo año. Dicho partido exige a sus candidatos el apoyo de una agrupación a nivel nacional, y eso lo logró a través de Alem García "Todo por el pueblo".
En su libro cuenta que alguno hasta dijo que es "la reencarnación de Aparicio Saravia" por el revuelo que causó su postulación.
Tiene 37 años, lo cual es bastante menos que los demás candidatos: Andrade tiene 44 y Lacalle 45. El que podía llegar a ser el más joven fue Justin Graside, del Partido Digital, que tiene 26 años, pero no pudo ser candidato (la constitución requiere mínimo de 35).
¿Se trata de una disrupción en el sistema político uruguayo?
La definición de "disrupción" refiere a una ruptura brusca, por lo que se trata de un cambio que sucede en un período muy corto.
La aparición de Sartori sin dudas fue rápida, por lo tanto lo de "brusco" se cumple, pero ¿es realmente una ruptura? ¿Hay algo nuevo?
No tiene una carrera política previa (es un outsider) y es empresario, por lo que se lo compara con Sebatián Piñera en Chile, Mauricio Macri de Argentina, Horacio Cartes de Paraguay y hasta con Donald Trump.
Pero hay diferencias. Piñera estaba vinculado a la política desde su juventud en los años 70. Con Cartes y Macri tienen en común la tardía incursión en política y su paso previo por el fútbol, aunque Sartori sólo fue inversor en un club y no un directivo reconocido. Hay puntos en común con Trump, pues financió campañas políticas de su partido y finalmente se propuso como candidato.
No parece ser excepcional su aparición, ya que es un movimiento generalizado a nivel global, asociado al supuesto descreimiento del sistema político, y los intereses privados afectados por gobiernos de izquierda en la región.
Y eso es algo que también ocurrió con la candidatura de Edgardo Novik en el período pasado a nivel departamental.
En las ciencias del comportamiento, se habla de disrupción como "una forma de liberación de los impulsos con la finalidad de obtener un alivio en las tensiones y para calmar las ansiedades", y quizás la aparición de empresarios en política tenga algo que ver con eso. Sartori surge como alternativa a la tensión existente de descreimiento del sistema político, y por ese lado sería disruptivo.
En la economía la innovación disruptiva es una innovación que se caracteriza por generar un cambio drástico pudiendo ocasionar la desaparición de ciertos productos o servicios del mercado.
¿Sartori va a desplazar a otros candidatos? No parece ser el caso. Obviamente sus votos reducen el caudal electoral de sus competidores, pero eso seguramente sea circunstancial y no permanente. No se ha impuesto un nuevo modelo de hacer política, sino una propuesta electoral puntual que recoge apoyos en términos de votantes.
Sin dudas la mayoría de los ciudadanos no vota en función de documentos programáticos, pero sí de las propuestas. Analizando ese punto vemos que Sartori hacer propuestas de mas trabajo, menos impuestos y regulación mas flexible, que la gente al parecer valora, lo cual es un discurso clásico y no disruptivo. Sus propuestas no hacen caer otros competidores ni transforma la forma en que se hace campaña electoral. Por eso no es disruptivo.
El concepto de innovación disruptiva, introducido en 1995 por Clayton M. Christensen en un artículo de la Harvard Business Review, se plantea como una solución inesperada o la propuesta de una estrategia nada convencional.
Los negocios disruptivos difieren de las empresas consolidadas ¿Sartori cambió el modelo de negocios? ¿Qué tiene de innovador Sartori? Nada. Si bien es alguien que no viene de la política, lanza su candidatura en un partido tradicional, utilizando una estructura partidaria tradicional - la de Alem García. Hace actos políticos, campañas tradicionales, jingles, está dentro de un partido, presenta un programa armado con su gente, recorre el país... nada nuevo.
Una de las cosas que sí provocó Sartori es que movilizó a la competencia y despertó a algunas otras figuras dentro y fuera de su partido.
Seguramente el tiempo también demuestre que para ser una innovación exitosa no es suficiente hacer una gran inversión para entrar al mercado.
[La columna se puede
escuchar aquí]
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