domingo, 28 de octubre de 2018

La Revolución Tecnológica


Los amigos de Ediciones de la Banda Oriental tuvieron la gentileza de hacerme llegar el libro "La revolución tecnológica. ¿El fin del trabajo?" del economista Juan Manuel Rodríguez, que seguramente resultará de interés para quienes no estén involucrados en el tema y quieran acceder a una visión del impacto cercano, principalmente a nivel de nuestra región.

Una de las preguntas que se intenta resolver tiene que ver con el futuro del trabajo, por lo que se analiza qué tareas quedarán todavía reservadas a los humanos.

Los humanos aún somos mejores que las máquinas cuando se requiere flexibilidad, es necesario un análisis del contexto, o se trata de problemas nuevos, pero también nos diferenciamos por hacer jugar nuestros afectos, en las decisiones. Aunque ya hay robots capaces de de interpretar los estados de ánimo y actuar en consecuencia.

La resolución de problemas no estructurados, el trabajo con información nueva y tareas manuales no rutinarias, aún estarán por un tiempo en manos de los humanos. En cuanto a tareas cognitivas o manuales rutinarias, ya es claro el predominio de las computadoras/robots.

Las necesidades de trabajo cambian, pero implica educación y formación profesional que requiere tiempo, por lo que existirá un período de transformación educativa mientras los nuevos empleos sustituyan los que se pierdan por los cambios tecnológicos. Hay un inevitable impacto negativo hasta que la economía y la sociedad integran la transformación y se generan nuevos empleos, con personas capaces de asumirlos.

Un puesto de trabajo es una combinación de tareas que en distinto grado pueden requerir destreza manual, originalidad, arte, percepción social, negociación, persuasión, asistencia y apoyo social. Por lo que la sustitución no tiene por qué ser total del puesto del trabajo, sino que puede afectar algunas de las tareas que realiza una persona, y es más probable que se trate de complementación.

Además, al final, la decisión será de rentabilidad, por lo que la sustitución puede ser por desplazamiento o por productividad. En el futuro cercano tendremos menos trabajos mecánicos y más tareas creativas, de planificación, control y supervisión.

Veremos también cambios en las condiciones de trabajo, el marco regulatorio (por ejemplo, actualmente existe el desafío de la regulación del trabajo atípico a través de plataformas) y las relaciones laborales (con cambios profundos en la negociación colectiva, la representación sindical y la educación permanente como derecho), que requieren a su vez un nuevo contrato social.

Pero el libro no se queda sólo en el tema del trabajo, analiza las dinámicas de la economía digital en términos de concentración de mercados, privacidad, desigualdad y políticas públicas, que permite al lector reflexionar por los caminos que estamos recorriendo y los futuros posibles que tendremos por delante.
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