viernes, 11 de julio de 2025

USA Norte a Sur: (2) Cruzando el corazón del país


Después de varios días caminando por Chicago, era hora de cambiar el ritmo. Fuimos a retirar el auto de alquiler bien temprano. El plan era sencillo en el papel: manejar hacia el sur con San Luis como primer destino, pero la ruta tenía algunas ramificaciones tentadoras. Una de ellas era Gary, Indiana. Dudamos si desviarnos hasta la casa natal de Michael Jackson —un barrio humilde, una fachada que es más mito que museo. Por ahí cerca estuvo el Mister Lucky Lounge, donde debutaron los Jackson Five, hoy cerrado y abandonado. No nos animamos. La idea de visitar un lugar tan cargado y a la vez tan deshecho nos pareció una especie de contradicción difícil de sostener.

Buscando un lugar interesante y cercano en Indiana, y la mejor opción era desviarnos hasta el Dunes National Park, donde recorrimos el histórico Bailly Homestead y la Chellberg Farm. Nos quefamos finalmente con las ganas de ir hasta la Washington Park Beach para fotografiar su faro y marcar un estado más en el mapa del viaje, pero nos demoramos demasiado en retirar el auto e iniciar el largo recorrido que teníamos previsto para el primer día. 

Quedó para otro viaje hacer un recorrido por las fábricas oxidadas del cinturón industrial, y nos metimos de lleno en el corazón del país.

La Ruta 66 apareció como una vieja melodía que se reconoce apenas suena. Paramos en el Polk-A-Dot Drive In, que parece una cápsula del tiempo con decorado de los 50 y "esculturas" de personajes icónicos. 

Springfield, la capital de Illinois, nos recibió con una calma administrativa. Pasamos por la tumba de Abraham Lincoln, y por el Capitolio del Estado que impone desde afuera. Antes de seguir rumbo a San Luis, hicimos varias paradas en rincones que se esfuerza por ser almacenar la nostalgia de la ruta que unía el este con el oeste.

Ya cerca del destino, desviamos por la Ruta 270 para cruzar el Chain of Rocks Bridge, un puente peatonal que alguna vez fue parte de la Ruta 66. Tiene una curva rara en el medio y una vista del Mississippi que justifica el rodeo. Entramos a San Luis por la 367, una entrada menos turística pero más auténtica.

Caminamos un poco por el Gateway Arch Trail y llegamos hasta el imponente arco que simboliza la expansión hacia el oeste. Un monumento simple y descomunal a la vez. Después nos perdimos un rato en Forest Park, un espacio verde que es más grande que el Central Park y con menos pretensión. El Mississippi Riverfront tiene esa mezcla de río poderoso y costado industrial que tanto caracteriza a esta zona del país. En el Soulard District encontramos un poco más de vida: bares con blues en vivo, mercados de productos locales, y esa sensación de que la ciudad se guarda cosas para la noche.

Habíamos previsto ir a Blueberry Hill, el famoso restaurante donde solía tocar Chuck Berry, pero nos pareció que ese homenaje podía esperar. A veces conviene dejar algo pendiente.

La mañana siguiente trajo otra ruta. Desde San Luis a Nashville hay poco más de 500 kilómetros. Salimos temprano, y pasamos por Cairo, una ciudad en el cruce de los ríos Mississippi y Ohio, que hoy parece detenida en el tiempo. Casas vacías, tiendas cerradas, e historias de violencia y segregación racial muy complejas que siguen pesando en el aire.

Más adelante, Paducah, en Kentucky, ofreció un respiro amable. El centro está lleno de murales y tiene ese aire de pueblo que quiere ser visitado. Después tomamos la 24 y llegamos a Nashville por la tarde.

Lo primero fue recorrer el Nashville Farmers' Market y Germantown, dos lugares que muestran el costado más relajado de la ciudad. El War Memorial Auditorium, enorme y solemne, estaba cerrado en mantenimiento. 

Para recuperar energía, y aprovechando lls festejos del 4 de juluo, nos metimos de lleno en la Bourbon Street Blues, llena de esos bares donde la música en vivo es una constante, no un evento.

Broadway Street es otra cosa. Un carnaval de luces y ruido, donde cada bar parece competir por volumen y cantidad de guitarras colgadas. Vimos el Johnny Cash Museum, pasamos por el Whiskey Row de Dierks Bentley, Layla’s, The Stage, Tootsies, y el mítico Ryman Auditorium, donde la historia del country se puede sentir en cada rincón. Difícil abarcarlo todo en una noche, pero casi ninguno cobra entrada ni obliga a consumir. Entrar, escuchar un poco de música, intentar comprender el ambiente local y salir en búsqueda de un nuevo bar, fue la constante. Mucha bota y sombrero de cuero a pesar del calor de la noche.

Al salir de Nashville pasamos por The Parthenon, una réplica exacta del original griego que parece fuera de lugar pero tiene sentido en esta ciudad que se autoproclama “la Atenas del Sur”. Después, una visita rápida al Studio B de RCA Victor, donde grabaron leyendas como Elvis y Roy Orbison, y un vistazo a The Orchard, un espacio artístico comunitario, pero que al estar cerrado dice poco y nada.

La ruta 40 nos llevó directo a Memphis. A la entrada, nos sorprendió la pirámide del Bass Pro Shops, que es un shopping y mirador adentro de una estructura egipcia gigante. Inexplicable, como muchas cosas en este país, pero ahí está.

Memphis tiene otro pulso. Empezamos en Sun Studios, el lugar donde Elvis grabó su primer tema. Una cápsula sonora detenida en 1954. Luego el downtown: la plaza de Elvis Presley, el BB King’s Blues Club, el Rum Boogie y el Rock 'n' Soul Museum. Ver el atardecer sobre el río desde Beale Street Landing fue uno de esos momentos en los que todo encaja.

Al otro día visitamos el National Civil Rights Museum, construido alrededor del Lorraine Motel, donde asesinaron a Martin Luther King. El silencio que se impone ahí no es el mismo que en un museo tradicional. Es más denso. Más profundo. Caminamos también por donde Rosa Parks luchó por los derechos civiles de los afroamericanos.

Vimos el puente que separa Tennessee de Arkansas. Cruzamos para almorzar cómida tradicional del luegar y anotar un nuevo estado en la lista. Una línea en el mapa con muchas capas debajo.

Antes de dejar la ciudad, paramos en el Stax Museum of American Soul Music, una joya escondida que cuenta otra cara del soul, menos blanca, más auténtica. Y sí, pasamos por Graceland, aunque lo hicimos más por deber que por fanatismo. El cierre fue en la Full Gospel Tabernacle Church, donde a veces canta el reverendo Al Green. No tuvimos esa suerte, pero igual fue un cierre espiritual.

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martes, 8 de julio de 2025

USA Norte a Sur: (1) Chicago, la ciudad que mira hacia arriba


Durante mucho tiempo tuve la idea de hacer un viaje por carretera desde Chicago hasta Nueva Orleans. No solo por lo que prometen las ciudades de inicio y fin del recorrido, sino por lo que insinúan los espacios intermedios: las ciudades míticas de la Ruta 61, los pueblos chicos, los tramos largos de ruta, las estaciones de servicio perdidas, las historias mínimas que aparecen cuando uno baja la velocidad. Esta serie de cuatro artículos no es una guía de viaje, ni pretende serlo. Es, más bien, una crónica personal de lo que fui viendo, sintiendo y reflexionando mientras bajaba hacia el sur. Un intento de narrar el movimiento, pero también los silencios, los contrastes y las marcas que deja el camino.

Hoy comienzo con mi recorrido en Chicago, la ciudad que mira hacia arriba.

Hay ciudades que no se caminan: se observan hacia arriba. Chicago es una de ellas. No solo por sus rascacielos, que son una forma de testimonio, sino porque su historia, sus cicatrices y su vitalidad no están solo a ras del suelo. Empezar este viaje hacia el sur desde aquí no fue casual. Fue una elección con peso simbólico. Desde este punto parte la Ruta 66 (que recorrí hace más de 25 años), y de alguna manera, también parte una cierta concepción de lo que es Estados Unidos.

Llegamos en avión, pero para empezar a caminar lo hicimos desde Union Station, y nos fuimos dejando llevar por el ritmo de la ciudad, que al principio se siente densa pero ordenada. A la vuelta de la esquina se  ve la Willis Tower. Chicago desde la altura se ve como una maqueta precisa. Luego caminé hasta la intersección de la calle Adams y la avenida Michigan donde está el cartel que marca el inicio de la Ruta 66. Pequeño, modesto, pero cargado de una promesa. Lo fotografié sin demasiado entusiasmo, sabiendo que ese símbolo iba a volver más adelante en el viaje.

Seguimos hacia el Instituto de Arte de Chicago, que es de esos lugares que te pueden absorber por horas si no te cuidás. Justo enfrente, el Millennium Park me devolvió al presente: la fuente de las caras que escupen agua y el famoso "Bean", que distorsiona todo y a la vez lo refleja con una nitidez inquietante. Más al sur, en el Grant Park, la Fuente de Buckingham me regaló una postal clásica de ciudad. Cerré este primer recorrido en el Field Museum, un templo de historia natural con ese aroma inconfundible a ciencia y solemnidad.

Comimos al paso. En los carritos (foodtrucks) encontré una forma de entender la ciudad por el estómago. Usé dos apps que funcionaron bien: Truckster y StreetFoodFinder. Los puestos cambian, así que conviene chequear antes de salir.

Recorrimos el Riverwalk a pie (quedó pendiente tomar uno de esos barcos turísticos que ofrecen un recorrido arquitectónico por el río). Sorprende cuánto se puede entender de una ciudad por cómo se construyó. Cada edificio cuenta una parte de la historia, cada ángulo habla del tiempo. Crucé el río para ver una escultura que no esperaba: "Wings of Mexico", unas alas enormes de bronce que parecen fuera de lugar y sin embargo encajan. Llegué al Navy Pier, más turístico, pero con una vista abierta al lago que regala un oasis en el hormigón (a pesar de la enorme cantidad de gente).

Más tarde caminamos hasta el Haymarket Memorial, en homenaje a los mártires de Chicago. No está cerca de nada, casi no se nombra en las agendas turísticas, pero vale la caminata por lo que significa en la historia de la lucha de los trabajadores. De camino pasamos por el City Hall y vimos la escultura de Picasso, una figura de un caballo a su estilo. Muy particular como Chicago misma, quizás.

Un tip barato y divertido: subirse al tren elevado (necesario además porque alojarse en el down town es carísimo). La línea marrón da una vuelta hermosa por el centro, con vistas inesperadas. Por 5 USD tenés un pase de 24 hs que también sirve para cualquier traslado en bus. Es una experiencia de cine urbano en tiempo real.

Recorrimos la Magnificent Mile y llegamos hasta el John Hancock Center, donde se encuentra el mirador 360 Chicago  (vale la pena subir, disfrutar la vista y descubrir las playas que no son pocas). A pocos pasos entramos a la Fourth Presbyterian Church, una iglesia gótica que parece suspendida en el tiempo. Luego fuimos hasta Lincoln Park. El zoológico es gratuito pero no encontramos mucho para ver.

Fuimos a la Oak Street Beach. Me senté en la arena, miré el lago como si fuera un mar y por un rato dejé que el ruido urbano quedara atrás. Después bañarse en el lago. Nada que enviadiarle a una playa "de verdad".

La despedida ffuecon la original pizza de Chicago, con maíz, relleno y mucha salsa.

Chicago no se deja conocer del todo en cuatro días, pero ofrece lo suficiente como para quedarse pensando.

Ahora toca conducir por la frontera entre Illinois e Indiana. El sur espera.

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sábado, 21 de junio de 2025

Música uruguaya para extranjeros

Como me apasiona la música, cada vez que viajo o recibo visitantes del exterior en Uruguay, me gusta compartir con ellos los sonidos más característicos de nuestro país. No es tarea sencilla: la riqueza de nuestra música reside precisamente en su diversidad y en una mezcla de influencias que, fuera de nuestras fronteras, suelen ser poco conocidas.

La música uruguaya tiene una identidad propia, pero al mismo tiempo híbrida. Por eso, para comprenderla en profundidad, es necesario primero presentar sus raíces: los estilos originarios que moldearon su personalidad sonora, y que luego dieron lugar a fusiones, transformaciones y nuevas expresiones a lo largo del tiempo.

Podríamos decir que hay cuatro pilares fundamentales que explican el sonido de la música uruguaya: el candombe, la milonga, la murga y el tango. Cada uno de ellos tiene un origen singular y una impronta cultural propia, pero todos han dialogado con otros géneros —como el jazz, el blues, el rock o la música latinoamericana— dando lugar a un paisaje sonoro complejo y en permanente evolución.

Pero los principios tienen su peso: la música uruguaya nace del entrecruce de la herencia africana —traída por los esclavizados durante los siglos XVIII y XIX— con las influencias europeas, principalmente de inmigrantes españoles e italianos. Esta combinación se manifiesta tanto en los sonidos urbanos como en las expresiones musicales rurales, conformando una identidad sonora única en la región.

1. Candombe: Reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el candombe tiene raíces afrodescendientes y nace de la fusión de ritmos de distintas etnias africanas esclavizadas durante la época colonial. Hoy se interpreta con tres tipos de tambores que conforman una cuerda: el chico (marca el pulso), el piano (lleva la base) y el repique (improvisa libremente). Es un ritmo montevideano por excelencia, nacido en la calle y para la calle, profundamente ligado al barrio, la danza y la comunidad. Aunque se ha convertido en un espectáculo en Carnaval, su esencia sigue viva en las llamadas barriales que recorren la ciudad al ritmo de los tambores.

2. Milonga: Surge del cruce entre el canto gauchesco, la guitarra española y ritmos de raíz africana. Se caracteriza por letras de tono poético o narrativo, acompañadas por un ritmo marcado en la guitarra criolla. Es la base de buena parte del folclore nacional y del canto popular uruguayo, y ha sido la plataforma desde la cual se han expresado trovadores y cantautores a lo largo del siglo XX, desde Alfredo Zitarrosa hasta Fernando Cabrera.

3. Murga uruguaya: Una adaptación del carnaval gaditano, transformada y apropiada en Uruguay como una expresión colectiva de crítica social, humor y poesía urbana. Se interpreta con un coro polifónico acompañado por una percusión particular: bombo, redoblante y platillos. Es una forma de crónica cantada que aborda tanto temas de actualidad como aspectos esenciales de la vida cotidiana: el barrio, la amistad, el bar, la memoria colectiva. Aunque nació ligada al Carnaval, la murga trasciende la fiesta y ha influido en músicos de todos los géneros.

4. Tango: Nacido en los arrabales portuarios de Montevideo y Buenos Aires como una mezcla cultural entre criollos, inmigrantes europeos y afrodescendientes. El bandoneón, junto a las guitarras y violines, define su sonoridad melancólica y profundamente expresiva. Aunque durante décadas fue más asociado a Argentina, Uruguay tuvo un rol protagónico en su gestación, y sigue siendo una parte vital de nuestra identidad musical.

A partir de estos pilares, la música uruguaya ha generado múltiples fusiones, en las que dialogan el candombe, la murga, la milonga y el tango con géneros globales como el rock, el pop, el jazz, el reggae o la música latina. Este proceso, que se intensificó a partir de los años setenta, dando lugar a estilos únicos como el candombe beat (Eduardo Mateo, Rubén Rada, El Kinto) o la murga canción (Jaime Roos) donde conviven sonidos del barrio con armonías del pop y el espíritu del carnaval.

Estas mezclas no solo aportaron innovación, sino también una nueva forma de entender la identidad: no como algo fijo, sino como una conversación permanente entre lo propio y lo ajeno, entre el pasado y el presente. La música uruguaya se reinventa constantemente sin perder de vista sus raíces.

En la actualidad, Uruguay sigue siendo un semillero de propuestas musicales originales. Desde la canción de autor hasta las nuevas formas del trap, el rap o la música electrónica, muchos artistas mantienen vivo el diálogo con los estilos tradicionales, ya sea de forma explícita o sutil. Jorge Drexler o Fernando Cabrera, por ejemplo, ha llevado elementos de la milonga y la murga a escenarios globales. Bandas como Cuarteto de Nos, No te va gustar o La vela puerca, que han incorporado influencias rioplatenses en el rock, mientras que proyectos más recientes exploran nuevas formas de expresión urbana con guiños a lo ancestral.

Dentro de los géneros bailables más populares, Uruguay desarrolló una escena propia conocida como música tropical uruguaya, que incluye versiones locales de cumbia, merengue y salsa, pero con un sello distintivo. Un subgénero especialmente representativo es la llamada plena uruguaya, caracterizada por ritmos contagiosos, uso prominente de teclados, percusión y letras simples o festivas. Grupos como Los Fatales, Karibe con K o Chocolate marcaron generaciones con esta música pensada para bailar, donde el acento rioplatense, los guiños al candombe y el espíritu popular definen una identidad sonora única en el mapa latinoamericano.

También vale la pena destacar dos formas expresivas que, aunque muy distintas entre sí, comparten el arte de la improvisación y la palabra como herramienta principal: los payadores (Julio Gallego, Carlos Molina, Abel Soria) que han mantenido viva la tradición oral de décimas que cuentan historias del ámbito rural, y los raperos (La Teja Pride, Peke 77, Clipper) que desde las calles urbanas canalizan inquietudes sociales y vivencias personales a través de sus beats.

Playlists:

Candombe: Desde el candombe puro de tambores (Cuareim 1080, Morenada, Yambo Kenia) hasta las primeras canciones que suman instrumentos de viento (Pedro Ferreira) o las versiones mas recientes (Valores de Ancina, Eduardo da Luz). Pero también en la fusión con el sonido beat y los instrumentos eléctricos (Ruben Rada, El Kinto, Hugo Fattoruso), con la milonga (Jorge Do Prado) y las versiones que suman sonidos de la música urbana y tropial (Bola 8), el candombe es una base fundamental de la música uruguaya.

Milonga: Guitarras acústicas tradicionales (Zitarrosa, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Larbanois & Carrero, Numa Moraes, El Sabalero) o combinadas con otros sonidos (Dino, La banda de la luna azul,  Montevideo Blues, Fernando Cabrera, Jorge Nasser, Jorge Drexler).

Murga: El sonido tradicional del coro de murga (Patos Cabreros, Araca la Cana, Falta y Resto, Curtidores de Hongos), se ha vuelto canción (Edu Lombardo, Tabaré Cardozo, Canario Luna, Jaime Ross, Los mareados, Mauricio Ubal) fusionada con el rock, el candombe, la milonga y el tango.

Tango: Desde los cantores mas tradicionales (Carlos Gardel, Julio Sosa, Francisco Canaro) a los mas cercanos en el tiempo (Gustavo Nocetti, Francis Andreu) el tango sigue vivo, busca sus raíces comunes con el candombe (Lágrima Ríos, Malena Muyala), la murga (Los Mareados), el rock (Maia Castro) o la electrónica (Bajo Fondo).

[Una recomendación adicional: Montevideo Sonoro]

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martes, 27 de mayo de 2025

IA Podcast: Ética en la Era de la Inteligencia Artificial

Este segundo capítulo del podcast en español, presenta una discusión sobre los desafíos éticos de la inteligencia artificial (IA), explorando temas clave como la privacidad en el reconocimiento facial y la necesidad de consentimiento explícito. También cuestiona la toma de decisiones autónomas por parte de la IA, considerando la responsabilidad y la falta de contexto humano en situaciones críticas. Se analiza la originalidad de las creaciones generadas por IA y los debates sobre autoría y propiedad intelectual, así como las implicaciones éticas de usar asistencia de IA para tareas creativas y el posible reemplazo de trabajos humanos por automatización, destacando la velocidad del cambio y la concentración de poder. Finalmente, se plantean interrogantes sobre cómo la IA puede impactar la desigualdad social y la distribución del poder en el futuro.

Creado con inteligencia artificial utiliznado NotebookLM de Google.

Artículo original: https://www.detodounpoco.com.uy/2025/03/desafios-eticos-en-la-era-de-la.html

[Escuchar el podcast aquí]

martes, 13 de mayo de 2025

IA Podcast: Saber hacer preguntas

En este primer capítulo en español del podcast, se examina la evolución de las habilidades profesionales desde el simple saber hasta la capacidad de saber hacer y, crucialmente, resolver problemas. Con la llegada de la inteligencia artificial, se argumenta que la habilidad más valiosa se ha convertido en la de hacer las preguntas correctas. El autor comparte su experiencia personal para ilustrar cómo la resolución de problemas fue clave en su carrera, y cómo la capacidad de cuestionar y entender el contexto es esencial en el panorama profesional actual y futuro. En resumen, el texto destaca la importancia de pasar de la mera ejecución a la innovación a través de preguntas estratégicas.

Creado con inteligencia artificial utiliznado NotebookLM de Google.

Artículo original: https://www.detodounpoco.com.uy/2025/04/saber-saber-hacer-resolver-problemas.html

[Escuchar el podcast aquí]

martes, 29 de abril de 2025

Saber, Saber Hacer, Resolver Problemas, Hacer Preguntas

Cuando inicié mi vida profesional, me contrataron como analista funcional para un proyecto de implementación del sistema SAP ERP en una importante empresa uruguaya. No sabía nada de los procesos específicos de esa empresa, ni tampoco era consultor SAP. Tenía poca experiencia previa, y sin embargo, debía actuar como puente entre el equipo de consultores del proveedor de software y los futuros usuarios internos del sistema. Lo único claro era que trabajaría en procesos relacionados con finanzas, y que mi formación de grado era de contador público.

En ese contexto tan desafiante, le pregunté al gerente por qué me había contratado. Su respuesta fue breve, pero dejó una huella profunda en mí:

"Vos fuiste formado para resolver problemas, y en este proyecto vamos a tener muchos problemas."

Con los años, y después de más de dos décadas trabajando en consultoría en sistemas de información, esa frase se volvió cada vez más clara. Resolver problemas ha sido siempre el núcleo de mi rol: entender necesidades, identificar alternativas, dialogar con los distintos actores involucrados y ayudar a las organizaciones a tomar mejores decisiones.

Las profesiones han ido evolucionando. En un primer momento, se valoraba el conocimiento teórico: saber. Luego, fue fundamental poder aplicar ese conocimiento: saber hacer. Pero con el tiempo, quedó claro que lo esencial era algo más: tener la capacidad de resolver problemas.

Hoy, en un mundo atravesado por la inteligencia artificial, esa evolución da un paso más. Porque cuando las máquinas pueden procesar información más rápido que nosotros, automatizar tareas complejas y hasta generar soluciones posibles, el diferencial humano se traslada hacia otro lugar: la capacidad de formular las preguntas correctas en el momento correcto.

Preguntar bien no es un detalle menor. Es una habilidad crítica. Implica observar el entorno, comprender el contexto, empatizar con los demás y conectar ideas que a simple vista parecen aisladas. Implica cuestionar supuestos, abrir posibilidades y, sobre todo, no conformarse con la primera respuesta.

En este nuevo escenario profesional, no alcanza con saber mucho ni con hacer bien las cosas. Lo que importa es cómo pensamos, cómo colaboramos y cómo enfrentamos lo incierto. Preguntando también desde una mirada ética. Resolver problemas ya no será solamente encontrar respuestas, sino también tener la capacidad —y la valentía— de hacer las preguntas que realmente importan.

Y quizás, como me pasó a mí al comienzo, haya muchos profesionales que arranquen su camino sin tener toda la experiencia o el conocimiento técnico, pero con una gran disposición a escuchar, aprender y cuestionar. Porque al final, eso es lo que define a los verdaderos profesionales del futuro: los que, más allá de cualquier herramienta, siguen sabiendo cómo hacer las preguntas clave.

[Imagen generada por GPT-4o]

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martes, 22 de abril de 2025

Piriapolis y Punta del Este en 1 día

Hace un tiempo compartia aquí un artículo con recomendaciones para conocer Montevideo en 1 día, pensando en personas extranjeras que vienen por trabajo, o están de paso, y quieren tener una primera aproximación a la ciudad.

Ahora, en esa misma línea, extiendo las recomendaciones hacia el este para poder visitar Piriápolis y Punta del Este en un día, ya que son sólo 150 kilómetros desde Montevideo y en
un recorrido en auto pueden combinar paisajes increíbles, historia, naturaleza y, por supuesto, ese aire único de la costa uruguaya. 


La jornada puede comenzar en Piriápolis, una ciudad diseñada por Francisco Piria con estilo europeo. 
Pero antes de llegar, si venís desde Montevideo y entrás por Las Flores, podés visitar el Castillo Pittamiglio, un lugar lleno de simbolismos esotéricos y con una arquitectura muy peculiar. Un breve recorrido alcanza para captar su esencia. 

Un paseo rápido en auto por la rambla te permitirá ver algunos íconos de Piriápolis: el Argentino Hotel y el Hotel Piriápolis (hoy colonia escolar) y el Paseo de La Pasiva (ex Hotel de Baños), símbolos del glamour de principios del siglo XX. Ideal para unas fotos y seguir viaje.

Tu primera parada debería ser el Cerro San Antonio, al que se puede subir en auto. Desde arriba vas a tener una vista espectacular de la ciudad y del mar. Hay un pequeño parador donde vale la pena tomarse un cafecito mientras disfrutás de la tranquilidad y las panorámicas.

El Puerto de Piriápolis podría tentarte, pero si tu ruta incluye el de Punta del Este, podés pasar de largo. Aunque si el hambre aprieta, las empanadas de los puestos de pescadores son una excelente excusa para una parada breve.

El siguiente punto del recorrido es la Fuente del Toro, ubicada en la base del cerro. La tradición manda tocar las bolas del toro para atraer la buena suerte. Si bien se puede subir caminando hasta la cima, en una recorrida de un único día en la zona, no tendrás tiempo suficiente.

No muy lejos se encuentra el Castillo de Piria, la antigua residencia del fundador de la ciudad. Es un sitio cargado de historia, y aunque podés hacer la visita completa, si tenés poco tiempo, al menos sacá unas buenas fotos del exterior, que ya de por sí es imponente.

Siguiendo ese camino se llega al Cerro Pan de Azúcar. Te recomiendo subir hasta la cima solo si querés hacer trekking, pero tené en cuenta que al menos un par de horas. Pero en su base hay una Reserva de Fauna Autóctona que vale la pena.

Dejando atrás Piriápolis, el camino hacia Punta del Este se puede visitar el Arboretum Lussich, un paseo gratuito entre árboles exóticos. Y siguiendo por ese camino se puede visitar el establecimiento Lapataia que es famoso por sus panqueques con dulce de leche, un imperdible.

Ya llegando al destino principal, la ruta ofrece una de las vistas más lindas de la costa: Punta Ballena. También podés dejarlo para el regreso ya que ver el atardecer en Casapueblo es mágico, aunque hay que considerar que el acceso no es gratuito.

Una vez en Punta del Este, las playas te reciben. En la Playa Brava no puede faltar la clásica foto con los famosos "Dedos", y si preferís un baño más tranquilo, la Playa Mansa es la opción ideal.

La Avenida Gorlero es la principal calle comercial. Aunque no son muchas cuadras, caminarla suma al espíritu turístico, quizás comprando algún souvenir o simplemente disfrutando del movimiento.

Para sentir que realmente estuviste en Punta del Este, acercate hasta el Faro, en el extremo de la península. Después, un recorrido por el Puerto te permitirá ver lobos marinos muy de cerca, mientras los pescadores limpian su pesca del día.

Una divertida parada es el Puente de La Barra: cruzalo en auto, acelerando un poco para sentir la famosa ondulación. Seguí camino hasta La Barra y Manantiales, zonas con un estilo más relajado y menos urbano, ideales para descansar la vista y el espíritu.

Si tenés ganas de ir un poco más lejos, el Faro de José Ignacio te regala postales de revista. Eso sí, comer allí puede resultar bastante caro. Y si sos de los que aman rutas escénicas, cruzar el Puente Circular de Laguna Garzón es una experiencia única. Luego de hacerlo, conviene volver sobre tus pasos, ya que del otro lado no hay muchos atractivos turísticos inmediatos.

Y si todavía te queda energía, el MACA (Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry) ofrece un parque escultórico gratuito que combina arte y naturaleza en un entorno simplemente maravilloso.

Para los que buscan agregar algo diferente y tienen más tiempo, el desvío hasta Pueblo Edén es una excelente opción: un pequeño rincón rural donde el camino es tan lindo como el destino. Allí podés almorzar en la Posta de Vaimaca (una experiencia gourmet) o en Mis Raíces, con un menú más sencillo y precios más accesibles.

Otra alternativa exclusiva es visitar la Bodega Garzón, donde además de vinos de alta calidad, vas a encontrar una vista impresionante de las sierras. Eso sí, asegurate de reservar y confirmar horarios, y preparate para una experiencia un poco más costosa.

[Aquí un mapa con estos lugares señalados]
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lunes, 24 de marzo de 2025

Cervezas Artesanales en Uruguay: Modelos de Negocios

Cuando hablamos de los grandes cambios que han atravesado los mercados en las últimas décadas, solemos pensar automáticamente en el sector tecnológico. Sin embargo, hay ejemplos fascinantes de transformación e innovación en rubros que, a primera vista, parecen alejados del mundo de las TIC. Uno de ellos es el de las cervezas artesanales en Uruguay, un fenómeno que crece de manera sostenida y que refleja con claridad cómo las nuevas lógicas de producción, consumo y colaboración están redefiniendo la manera en que concebimos los negocios.

La mayoría de estas cervecerías nacen como iniciativas personales. Personas que, más que emprender con una visión puramente comercial, comienzan su camino desde una necesidad propia: el deseo de consumir algo diferente, algo que el mercado masivo no ofrece. Desde allí, deciden producirlo. Este gesto inicial tiene mucho que ver con el concepto de prosumer (productor + consumidor), donde quien antes era sólo un consumidor pasivo ahora toma un rol activo, participando no sólo en la elección sino también en la creación y transformación de los productos que desea.

Pero lo interesante no termina ahí. Las cervecerías artesanales no se limitan a fabricar un producto alternativo; construyen una forma distinta de vincularse con su entorno. Apoyadas en herramientas digitales y redes sociales, aprovechan canales de comunicación directa con sus clientes. Dialogan, reciben retroalimentación, ajustan sus recetas y experimentan constantemente. El ecommerce y las plataformas digitales les permiten llegar a consumidores sin necesidad de intermediarios, manteniendo un vínculo cercano y genuino que refuerza el valor de lo artesanal y lo local.

Además, en este sector es notable el grado de cooperación entre actores que, en otro contexto, serían considerados competidores. Lejos de replicar la lógica de las grandes corporaciones cerveceras, donde prima la competencia feroz y la estandarización, las cervecerías artesanales optan por colaborar, compartir conocimientos, insumos, y hasta espacios de producción o distribución. Se organizan en redes, participan en ferias conjuntas, y fortalecen una marca colectiva que trasciende a cada una de ellas.

Este tipo de dinámicas no son casuales. Son parte de un cambio más profundo en la forma en que entendemos el trabajo, la producción y el consumo. Las claves del éxito en este sector no pasan únicamente por el volumen, sino por la calidad, la cercanía, la innovación y la capacidad de adaptarse rápidamente. La experimentación es constante, ya sea probando nuevas combinaciones de ingredientes, nuevos estilos, o incluso nuevas formas de presentación y distribución.

En el fondo, lo que vemos en las cervecerías artesanales es la aplicación práctica de varios conceptos que han ganado relevancia en los últimos años: cooperación, redes horizontales, innovación abierta, economía colaborativa y crecimiento sostenible basado en la diferenciación, no en la homogeneización.

Quizás lo más importante sea la lección que dejan: no hace falta ser parte del sector tecnológico para adoptar y beneficiarse de estos enfoques. La transformación digital, entendida en un sentido amplio, no es sólo cuestión de software y algoritmos, sino también de nuevas maneras de relacionarse, de producir valor, de conectar con clientes y con otros actores del mercado.

Las cervecerías artesanales nos muestran que es posible construir modelos de negocio más humanos, descentralizados y colaborativos, donde la innovación no esté reservada a gigantes, sino que sea el resultado natural de la interacción entre personas apasionadas por lo que hacen.

Y, en ese sentido, vale la pena preguntarse: ¿qué otros sectores podrían mirar hacia este modelo para repensar sus prácticas y abrirse a nuevas formas de crecer?

[Si quieres probar cervezas locales, uso y recomiendo Birrava]

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Desafíos Éticos en la Era de la Inteligencia Artificial

La semana pasada particpé como invitado en el Taller de Ética y Responsabilidad Social de la Licenciatura en Administración en FCEA, UdelaR, donde estuve conversando sobre los desafíos relacionados con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y, especialmente, con la inteligencia artificial (IA). 

Un primer ejemplo es el reconocimiento facial, una tecnología que ha ganado popularidad en diversos sectores, desde la seguridad hasta la publicidad. En el ámbito del marketing relacional y la gestión del relacionamiento con clientes, el reconocimiento facial podría ser utilizado en tiendas de retail para identificar a los clientes y ofrecerles experiencias personalizadas, similares a cómo funcionan las cookies en internet. Sin embargo, surgen preguntas sobre la privacidad y el consentimiento: ¿los clientes están informados de que se les está rastreando? ¿Deben dar su consentimiento explícito, como ocurre con las cookies en los sitios web? ¿Qué tan invasivo puede resultar? ¿Como clientes queremos eses nivel de trazabilidad al que nos acostumbramos a tener en la web?

Otro desafío ético importante es a la capacidad de las IA para la toma de decisiones autónomas. Cada vez más empresas y organizaciones confían en algoritmos para tomar decisiones críticas, como la aprobación de préstamos, la selección de candidatos para un puesto de trabajo o incluso el diagnóstico de enfermedades. Sin embargo, ¿hasta qué punto es aceptable delegar la responsabilidad de decisiones tan cruciales a máquinas? A pesar de que la IA puede procesar grandes cantidades de datos y ofrecer recomendaciones objetivas, no puede tomar en cuenta el contexto humano o la moralidad de una situación de la misma manera que un ser humano. ¿Deberían los aspectos humanos ser parte del proceso de decisión? ¿Qué sucede cuando una IA toma una decisión equivocada y las consecuencias son irreparables? ¿Quién es responsable de esos errores?

El otro elemento que diferencia a la IA de las TIC anteriores es la posibilidad de generar ideas nuevas. En cuanto a la originalidad de la IA, nos encontramos con la cuestión de si las creaciones generadas por inteligencia artificial, como textos, obras de arte o música, son verdaderamente originales. Si una máquina produce contenido a partir de grandes volúmenes de datos, ¿es legítimo considerar a esa creación como producto genuinamente nuevo? ¿O estamos frente a una suerte de "reconstrucción" de lo que ha sido previamente creado por humanos? Además, este fenómeno plantea la pregunta sobre quién es el autor de esa creación: ¿la IA misma, los programadores que la diseñaron, o el usuario que la utiliza y plantae los promts específicos? Este debate tiene implicaciones legales, culturales y filosóficas sobre la propiedad intelectual y los derechos de autor en la era digital.

Un tema igualmente controvertido es el uso de asistencia de IA en tareas como la escritura. A medida que las herramientas de IA se perfeccionan, muchas personas recurren a ellas para realizar tareas escolares, escribir artículos, ensayos o incluso obras literarias. Sin embargo, surge la pregunta ética de si es apropiado escribir con la ayuda de una máquina. ¿Estamos perdiendo nuestra capacidad de expresarnos creativamente al delegar parte de nuestra autoría a un sistema automatizado? ¿Deberíamos considerar estos textos generados por IA como una forma de plagio, ya que no son completamente fruto del intelecto humano? ¿Debemos informar que un texto fue creado con asistencia de IA? Este cuestionamiento abre la puerta a un debate sobre el valor de la creatividad humana en un mundo digitalizado.

Finalmente, el reemplazo de trabajos humanos por bots es un desafío que ya está comenzando a tener un impacto significativo en diversas industrias. Con la automatización de procesos y el aumento de la IA, muchas tareas que antes realizaban personas pueden ser asumidas por máquinas más eficientes y rápidas. ¿Qué pasará con aquellos trabajadores cuyas habilidades se vuelvan obsoletas? ¿Cómo garantizar que el reemplazo no conduzca a una mayor desigualdad social y económica? Además, surge la cuestión sobre cómo se distribuirá el poder en una sociedad donde la toma de decisiones y la gestión de recursos están cada vez más en manos de algoritmos. ¿Quienes controlan estas tecnologías tendrán más poder sobre la sociedad que aquellos que las usan? Y, en última instancia, ¿cómo garantizar que las tecnologías no acentúen las desigualdades preexistentes, sino que contribuyan a un bienestar generalizado?

Estos ejemplos muestran solo algunos de los desafíos éticos que se deben analizar a medida que las TIC y la IA siguen avanzando. Cada uno de estos puntos requiere una reflexión profunda sobre cómo equilibrar los beneficios tecnológicos con los principios éticos que deben guiar su implementación y uso en la sociedad.

[La imagen que acompaña el artículo fue generada por Dall-e utilizando Chatgpt]

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miércoles, 5 de marzo de 2025

Entre lo Humano y lo Artificial

A fines de febrero de este año expuse algunas ideas en el panel “Inteligencia Artificial para la ciudadanía: retos y oportunidades” organizado por el Centro de Información Oficial (IMPO), y como se trataba de la reinauguración de una sala que lleva el nombre del escritor y compositor Felisberto Hernández, decidí jugar un poco combinando las ideas que quería transmitir con su obra.

Felisberto escribía sobre lo cotidiano atravesado por lo extraño. Sus relatos presentan un mundo donde la realidad se descompone sutilmente: muñecas que sustituyen personas, objetos que parecen cobrar vida, recuerdos que se transforman en fantasmas de la conciencia. Su literatura es un laboratorio donde lo artificial y lo humano conviven en tensión.

Hoy, en la era de la inteligencia artificial, vivimos una narrativa felisbértiana a escala global. No es la fantasía la que invade la realidad, sino la automatización y los algoritmos los que reescriben las reglas de la existencia humana, pudiendo crear nuevas ideas y tomar decisiones sin intervención de personas. Pero, como en sus cuentos, el verdadero problema no son los objetos en sí, sino la forma en que transforman las relaciones entre las personas.

La inteligencia artificial representa un verdadero desafío, no por poner en riesgo los puestos de trabajo actuales, sino por la velocidad en que se están dando estos cambios. Lo que debemos proteger son las personas y no los trabajos que hoy ocupan, lo cual tiene que ver con dos temas fundamentales: la falta de tiempo para adaptarnos a los cambios, y cómo se distribuirán los beneficios que la automatización genera.

Felisberto retrataba personajes desplazados, existencias que se desvanecen sin que nadie las note. En su universo, el extrañamiento es un destino silencioso. Con la IA, enfrentamos un dilema similar: el avance tecnológico deja a muchos atrás. El problema no es solo la desaparición del trabajo, sino el destino de quienes no logran adaptarse a esta nueva economía algorítmica. ¿Cómo evitamos que la IA profundice una distopía de exclusión?

En "Las hortensias", un hombre sustituye a su esposa por muñecas realistas diseñadas a su medida. Hoy, la IA es moldeada por quienes poseen los datos y el poder. Las grandes corporaciones que diseñan estos algoritmos, ¿están creando herramientas para todos o solo para una élite? Si la IA influye en decisiones sobre préstamos, empleos o seguridad, ¿quién controla estas decisiones y a quién benefician realmente?

Yuval Noah Harari advierte en Nexus que la IA no es solo una tecnología, sino una entidad con capacidad de decidir y generar nuevas ideas. En "El caballo perdido", Felisberto narra cómo los objetos adquieren una existencia propia en la mente del protagonista. De manera similar, la IA ha dejado de ser una simple herramienta para convertirse en un actor que escribe su propio relato. ¿Qué implica para la humanidad ceder la toma de decisiones a sistemas que no requieren nuestra intervención?

Si la IA es la primera tecnología capaz de alterar la evolución biológica al modificar la toma de decisiones a nivel global, ¿qué tipo de humanidad estamos construyendo? Felisberto jugaba con la idea de la identidad fragmentada, con lo humano dividido entre lo real y lo artificial. ¿Nos encaminamos hacia una nueva era donde ambas dimensiones se funden en algo distinto?

La literatura de Felisberto no ofrecía respuestas; nos sumergía en la incertidumbre. De manera similar, la IA nos plantea preguntas sin resolver: ¿a quién servirá realmente? ¿Qué humanidad estamos construyendo con ella? ¿Seremos protagonistas o meros espectadores de una historia escrita por algoritmos?

Así como en sus cuentos lo extraño se infiltraba en lo cotidiano, la IA se ha convertido en un elemento omnipresente que transforma nuestras vidas sin que siempre comprendamos su verdadero impacto. Nuestro desafío, como ciudadanos, no es detener el avance tecnológico, sino garantizar que este futuro sea inclusivo y no solo privilegio de unos pocos.

En un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo, la inteligencia artificial puede ser tanto un velo que oculta como una herramienta que clarifica. Su potencial no radica solo en automatizar procesos, sino en ayudar a las personas a comprender mejor la realidad en la que viven. Un ejemplo de esto es el trabajo de IMPO para traducir la normativa legal a un lenguaje accesible para toda la ciudadanía.

La IA puede desempeñar un papel clave en hacer más inteligibles los sistemas que rigen nuestras vidas, desde leyes y regulaciones hasta datos económicos y algoritmos de toma de decisiones. Así como Felisberto exploraba lo oculto detrás de lo cotidiano, podemos utilizar la IA para iluminar lo que permanece opaco, asegurando que el conocimiento y la comprensión sean un derecho de todos y no un privilegio de unos pocos.

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viernes, 14 de febrero de 2025

IA: Transformation of the Accountant's Role in the Digital Age

The article "Transformation of the Accountant's Role in the Digital Age" analyzes how digital technology is redefining the accountant's role. The importance of adapting to new tools, generating trust through ethical data management, and mitigating risks in digital environments is highlighted. The accountant is positioned as a generator of strategic value for organizations, not only by complying with regulations, but also by analyzing data to support business decision-making. In summary, the text advocates the evolution of the accounting professional towards a more analytical and strategic role in the digital age.

Created with AI using NotebookLM by Google

Original post in spanish: https://www.detodounpoco.com.uy/2025/01/transformacion-del-rol-del-contador-en.html

[Escuchar el podcast aquí]

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jueves, 13 de febrero de 2025

Transformación del Rol del Contador en la Era Digital

En un mundo donde la tecnología evoluciona rápidamente, el rol de contadoras y contadores se encuentra en un punto de inflexión. La incorporación de nuevas tecnologías en el ámbito contable obliga a las y los profesionales a repensar sus funciones, habilidades y aportes dentro de las organizaciones. En este artículo, los invito a explorar algunos aspectos en los que dichos profesionales deben hacer énfasis para adaptarse a la nueva realidad digital.

La Función de Cumplimiento en un Entorno Exigente

La función de cumplimiento ha evolucionado significativamente debido a la digitalización y la globalización de los negocios. Los clientes esperan información financiera en tiempo real y asesoramiento estratégico basado en datos, mientras que las autoridades imponen regulaciones más estrictas y exigentes. 

Cada vez más, la operativa contable no se limita a un solo país, por la globalización, así que la gestión de normativas internacionales, la transparencia en los reportes y la automatización de procesos han cambiado la manera en que los contadores operan. 

Muchas tareas repetitivas han sido absorbidas por sistemas de inteligencia artificial y automatización robótica de procesos (RPA), lo que exige que los contadores se enfoquen en análisis y toma de decisiones.

En este contexto, la capacidad de adaptación y el dominio de herramientas tecnológicas son clave para garantizar el cumplimiento normativo y la eficiencia operativa.

Contadores como Generadores de Confianza

En un ecosistema donde los sistemas financieros son cada vez más complejos, el contador ya no es solo un registrador de transacciones, sino un actor clave que cumple un rol esencial en la generación de confianza. 

La adopción de tecnologías como internet de las cosas, inteligencia artificial y big data demanda un mayor entendimiento de su impacto en la contabilidad. Pero además los sistemas distribuidos como blockchain, cuestionan la relevancia del profesional como la única solución a la desconfianza entre nodos de una red, pues es el propio sistema el que garantiza la integridad y seguridad de la información financiera.

El manejo seguro, preciso y ético de los datos contables es fundamental para garantizar la confiabilidad de la información financiera. La ética profesional también cobra relevancia en un entorno donde la automatización puede influir en la toma de decisiones, requiriendo que los contadores mantengan un criterio humano sólido y responsable, en entornos donde se plantean dilemas éticos sobre la privacidad, la toma de decisiones algorítmicas y la responsabilidad profesional.

Control, Riesgos y Seguridad

El entorno digital ha traído consigo nuevos desafíos en términos de control, seguridad de la información financiera y gestión de riesgos. 

La certificación de estados financieros y la auditoría en la era digital requieren herramientas avanzadas de análisis de datos para detectar irregularidades y prevenir fraudes. La ciberseguridad es un aspecto crítico, dado el aumento de amenazas y ataques dirigidos a la información financiera. 

Asimismo, el ambiente de control en entornos tecnológicos exige la implementación de medidas adecuadas para mitigar riesgos, asegurando y garantizar la fiabilidad de la información.

Contadores como Profesionales que Agregan Valor

Más allá del cumplimiento normativo, los contadores tienen la oportunidad de convertirse en actores estratégicos dentro de las organizaciones, generando valor. 

Los sistemas de información financiera no solo permiten registrar datos, sino que facilitan la toma de decisiones basada en análisis predictivo y tendencias del mercado. Los contadores deben desempeñar un papel activo en la interpretación de datos financieros y operativos para apoyar la estrategia empresarial.

La participación de los profesionales de la información en la transformación digital de las empresas es crucial para alinear la contabilidad con la estrategia organizacional. La implementación de nuevas tecnologías debe ir acompañada de la gestión contable adecuada, asegurando la alineación entre innovación y cumplimiento normativo.

Finlamente, el desarrollo de habilidades tecnológicas y de liderazgo permite a los contadores dotar a las empresas de la agilidad digital necesaria para operar en un entorno en constante cambio.


La incorporación de tecnologías en la contabilidad no solo transforma la operativa diaria, sino que redefine el rol de contadoras y contadores. La automatización y la digitalización deben ser vistas como oportunidades para fortalecer la posición de la profesión contable, agregando valor a través del análisis, la gestión de riesgos, la auditoría digital y la generación de confianza en la información financiera. La clave está en la actitud respecto a los nuevos desafíos, la capacitación continua y la adaptación a los nuevos desafíos del entorno digital.

[La imagen que acompaña el artículo fue generada con MS-Copilot]

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jueves, 30 de enero de 2025

IA: impacts in Information Networks

The text presents excerpts from Yuval Noah Harari's book "Nexus", which explores the history of information networks, from prehistory to artificial intelligence (AI). Harari analyzes how information, as a social nexus, has driven human cooperation but has also generated problems such as misinformation and the misuse of power. The impact of AI is discussed, considering that it is not just a tool, but an agent with the capacity to make its own decisions that could alter the course of history and evolution. The structures of information networks in democratic and totalitarian systems are compared, highlighting the importance of self-correction mechanisms in democracy versus the centralization of power in totalitarian regimes. Finally, the text warns about the potential dangers of uncontrolled AI and the need to create institutions capable of regulating it and avoiding a catastrophe.

Created with AI using NotebookLM by Google

Original post in spanish: https://www.detodounpoco.com.uy/2025/01/el-impacto-de-la-ia-en-las-redes-de.html

[Escuchar el podcast aquí]

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martes, 21 de enero de 2025

El impacto de la IA en las redes de información

Yuval Noah Harari, publicó en 2024 un nuevo libro, Nexus. Me parece un texto fundamental para pensar en clave de futuribles los impactos de la Inteligencia Artificial en nuestras sociedades, a través de una mirada basada en redes de información.

¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿Es nuestra inteligencia, nuestra capacidad de adaptación o nuestra habilidad para cooperar? Según Harari en el libro "Nexus: Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA", el poder humano reside en nuestra capacidad de construir grandes redes de cooperación, y la información es el pegamento que mantiene unidas esas redes. Sin embargo, el libro advierte que la forma en que construimos estas redes nos predispone a hacer un uso imprudente del poder.

La información es más que la mera representación de la realidad. Es algo que conecta diferentes puntos de una red, creando nuevas realidades. Según el autor, la información puede ser verdadera o falsa, pero siempre conecta. Esta idea ingenua de la información puede llevarnos a un enfoque optimista de las redes humanas, donde más información es igual a más verdad y sabiduría. Sin embargo, la realidad es más compleja. La información también incluye errores, mentiras, fantasías y ficciones.

Los humanos cooperamos no solo a través de hechos objetivos, sino también a través de relatos que compartimos y creemos. Estos relatos crean una realidad intersubjetiva, donde conceptos como leyes, dioses o dinero existen porque muchas personas creen en ellos y los sostienen a través del intercambio de información. Las ficciones tienen una ventaja sobre la verdad al unir a las personas: pueden simplificarse, mientras que la verdad suele ser compleja.

A medida que las sociedades se volvieron más complejas, los relatos ya no eran suficientes, y los documentos escritos se convirtieron en una herramienta esencial. Los documentos, como registros tributarios, ayudaron a la organización, pero también plantearon el problema de la recuperación de la información. La burocracia surgió como una solución, creando un orden artificial al mundo en lugar de entenderlo tal como es.

La historia de los libros sagrados y la imprenta demuestra que la tecnología no garantiza la infalibilidad. La difusión de información, aunque democratizadora, también puede propagar noticias falsas y teorías de la conspiración. La ciencia surge como una alternativa a esta situación, con mecanismos de autocorrección sólidos que reconocen la inevitabilidad del error y promueven el escepticismo.

La democracia se define como una red de información distribuida con mecanismos de autocorrección sólidos. Se basa en la idea de que todos somos falibles y que el poder debe ser limitado y descentralizado. Los medios de comunicación, los tribunales y las universidades, todos ellos independientes, son mecanismos de autocorrección necesarios que protegen la verdad incluso de la voluntad de la mayoría. En contraste, el totalitarismo busca centralizar el flujo de información y suprimir la verdad. Los medios de comunicación de masas permitieron la democracia a gran escala, pero también hicieron posible el totalitarismo.

La inteligencia artificial marca un antes y un después en la historia de las redes de información, ya que es la primera tecnología capaz de tomar decisiones y generar nuevas ideas por sí misma. Los algoritmos de redes sociales pueden tomar decisiones activas, y la IA puede procesar información por sí sola, sustituyendo a los humanos en la toma de decisiones. La IA tiene el potencial de alterar no solo la historia de nuestra especie, sino la evolución de todos los seres vivos.

Los ordenadores, al ser capaces de perseguir objetivos y tomar decisiones por sí mismos, se convierten en nuevos miembros de las redes de información. Esto plantea nuevos desafíos y preguntas:

  • ¿Cómo viviremos en un mundo donde melodías, teorías científicas o mitos religiosos sean moldeados por una inteligencia no humana?
  • ¿Qué pasará con la democracia, que se basa en conversaciones humanas, si los ordenadores hackean el lenguaje y dificultan la participación ciudadana?
  • ¿Cómo nos relacionaremos con la IA, que puede no tener sentimientos propios, pero puede hacer que nosotros nos sintamos emocionalmente ligados a ella?
  • ¿Será posible protegernos de una plétora de problemas imprevisibles y para eso necesitamos crear instituciones vivas que puedan identificar la amenaza cuando surja y responder a ella?

La red informática puede ser utilizada para la vigilancia total, la manipulación y la pérdida de privacidad. Los algoritmos pueden premiar la indignación y las noticias falsas, y los sistemas de puntuación social amenazan con convertir la vida en una interminable entrevista de trabajo. Además, la red informática, al estar siempre activa, puede negarnos la posibilidad de desconectar y descansar, que son importantes para corregir la red.


Los ordenadores son poderosos y, si se les marcan objetivos desajustados, pueden tener consecuencias peligrosas no previstas. Además, los ordenadores pueden crear realidades intercomputacionales que sean difíciles de entender para los humanos. El autor advierte que al usar bases de datos y matemáticas precisas para descubrir patrones, se pueden imponer prejuicios con una eficiencia sin precedentes. Es fundamental entender que la información se suele usar para crear orden, y no para descubrir la verdad.

Para evitar la catástrofe, es necesario mantener los mecanismos de autocorrección democráticos. Los principios democráticos esenciales son:

  • Benevolencia: la información debe usarse para ayudar, no para manipular.
  • Descentralización: múltiples bases de datos y canales de información.
  • Mutualidad: aumentar la vigilancia sobre el gobierno y las empresas.
  • Margen para el cambio y el descanso: permitir la desconexión.

Además, la automatización puede desestabilizar el mercado laboral, haciendo necesario que las personas adquieran nuevas habilidades y se reinventen constantemente. La comprensión de cómo funciona el sistema es crucial para la supervisión. Sin embargo, la complejidad de los algoritmos puede hacer que sean incomprensibles, lo que socava la democracia. Es fundamental buscar mecanismos que auditen a los algoritmos y garanticen su imparcialidad.

La IA plantea la amenaza de una anarquía digital y la posible pérdida de confianza entre los humanos. Además, puede dividir el mundo en imperios digitales rivales, cada uno con diferentes valores culturales y normas sociales. La IA puede ser utilizada para desatar noticias falsas y crear humanos falsos que dificultan confiar en cualquier cosa. La manipulación de datos y la concentración del poder en un solo núcleo podrían generar nuevas formas de colonialismo. La cooperación entre las diferentes sociedades es esencial para regular la IA y evitar una carrera armamentística.

La historia de la información nos muestra que su papel principal es forjar nuevas redes, más que representar realidades preexistentes. La IA es una tecnología que cambia las reglas del juego al ser capaz de tomar decisiones y generar ideas por sí misma. Tenemos la oportunidad de crear redes de información equilibradas que mantengan a raya su propio poder, pero debemos ser cautelosos y no caer en la complacencia. Las decisiones que tomemos en los próximos años determinarán si esta nueva inteligencia ajena será un error o el inicio de un nuevo capítulo en la evolución de la vida.

Finalmente les dejo aquí mi subrayado del libro para quienes no puedan leerlo completo.

[La imagen que acompaña este artículo fue generada por dalle a través de chatgpt]

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miércoles, 15 de enero de 2025

Seguridad Social y Automatización del Trabajo

La revolución tecnológica actual, impulsada por la automatización y la inteligencia artificial (IA), está transformando el mercado laboral de formas profundas y multifacéticas. Este artículo explora tres perspectivas recientes sobre este tema, destacando sus implicancias en las decisiones de jubilación, el futuro de los sindicatos y la participación política de los trabajadores.

Automatización y jubilación anticipada

El trabajo de Casas y Román (2023) analiza cómo la automatización está influyendo en las decisiones de jubilación anticipada en 26 países europeos. Utilizando datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (SHARE), los autores examinan el impacto del riesgo de automatización en diferentes grupos ocupacionales. Sus hallazgos revelan que los trabajadores de mayor edad, particularmente aquellos con menores niveles educativos o empleos más expuestos a la automatización, enfrentan mayores probabilidades de salir del mercado laboral antes de la edad legal de jubilación. Esta situación genera tensiones entre las políticas gubernamentales que buscan retrasar la edad de retiro y las presiones del mercado laboral que tienden a excluir a estos trabajadores.

Casas y Román destacan la necesidad de acompañar el retraso en las edades legales de jubilación con medidas concretas, como programas de capacitación para reubicar a trabajadores desplazados y políticas de fomento del autoempleo. También proponen enfocar estos esfuerzos en ocupaciones menos susceptibles a la automatización, facilitando así una transición laboral más fluida y sostenible (Casas y Román, 2023).

En el contexto uruguayo, donde la reforma jubilatoria es un tema de actualidad y se han utilizado mecanismos de jubilación anticipada, el análisis de Casas y Román es pertinente. La implementación de programas de capacitación y políticas de reubicación podrían ser claves para evitar la exclusión laboral y garantizar una transición más justa.

El rol de los sindicatos en la era de la automatización

Por otro lado, Nissim y Simon (2021) abordan el desafío de los sindicatos frente a la automatización y el surgimiento de la IA. Estos autores identifican dos roles esenciales para las organizaciones sindicales en este contexto: salvaguardar los derechos de los trabajadores durante la transición hacia economías más automatizadas y reconfigurar su función para representar los derechos sociales de todos los ciudadanos. Esto incluye atender los intereses materiales de sectores vulnerables que pueden quedar marginados por los cambios tecnológicos.

La adaptación de los sindicatos a estas nuevas realidades podría requerir, según los autores, una transformación de su estructura y estrategias. Al pasar de un enfoque exclusivamente laboral a uno más amplio que considere los derechos sociales en general, los sindicatos podrían convertirse en actores clave en la defensa de una transición tecnológica inclusiva (Nissim y Simon, 2021).

En Uruguay, los sindicatos tienen una larga tradición de negociación colectiva y representación laboral, pero también ha sido actores clave con una visión integral de los problemas sociales. Por lo que, si bien la transición tecnológica plantea nuevos retos tal como señalan los autores mencionados, ya existe un camino recorrido que servirá como base para que los representantes sindicales aborden estos nuevos escenarios. La clave quizás está en cambiar de enfoque donde se proteja con mayor énfasis a los trabajadores que a los puestos de trabajo. Los sindicatos uruguayos podrían desempeñar un papel fundamental adaptando sus estrategias para abogar por una transición inclusiva y la incorporación de programas de capacitación tecnológica.

Automatización y participación política

Finalmente, Gonzalez-Rostani (2023) explora un ángulo menos estudiado: el impacto de la automatización en el compromiso político de los trabajadores. Sus resultados muestran que aquellos más expuestos al cambio tecnológico tienden a desvincularse de la política, participando menos en elecciones y protestas, y sintiéndose menos cercanos a los partidos políticos. Este efecto es más pronunciado en contextos de mayor desigualdad económica y menor organización sindical.

La investigación también revela una relación preocupante entre la desvinculación política de los trabajadores y el auge de los partidos de derecha radical, lo que subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de organización colectiva y reducir las brechas de desigualdad (Gonzalez-Rostani, 2023).

En un país como Uruguay, en el que existe una fuerte institucionalidad de la democracia de partidos, esto parece tener menor riesgo, pero el impacto de la automatización sobre la participación política podría reflejarse en sectores vulnerables, como los trabajadores informales y aquellos con menor nivel educativo, dando lugar a la aparición de líderes carismáticos o visiones libertarias con soluciones mágicas. La histórica relación entre sindicatos y partidos políticos en el país podría ser una herramienta clave para mitigar esta desvinculación, promoviendo el diálogo y la participación activa de los trabajadores en procesos democráticos.

Reflexiones finales

La automatización está redefiniendo no solo las estructuras laborales, sino también los sistemas de protección social, la acción sindical y las dinámicas políticas. Para afrontar estos desafíos, es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya políticas laborales más flexibles, formación continua y estrategias de inclusión política. De esta manera, podrá evitarse que los avances tecnológicos profundicen las desigualdades existentes y se convertirán en una oportunidad para construir un futuro más equitativo.

Referencias


[La imagen que acompaña el artículo fue generada por dall-e desde chatgpt]
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